Un diseño eficaz crea lazos invisibles de afecto y confianza, y logra visualizar no solo los deseos de la sociedad, sino también interpreta anticipadamente sus gustos.
Eso requiere una mirada innovadora y audaz, pero por sobre todo no subestimar la madurez del consumidor.
El desafío es crear propuestas que generen un alto impacto visual, sostenidas por sólidas bases conceptuales y graficas, que contemplen su entorno, momento social y transformaciones culturales.
Para lograr una comunicación directa de las cualidades del producto, que sean simples de decodificar y sobre todo que la gente se apropie de ellas y construya un vinculo estético y emocional.